Bajo el prisma del amor, el Sol en Aries corresponde a personalidades extremadamente impulsivas, impacientes e impetuosas.
Muy propensas a dejarse llevar por el típico «flechazo», estas personas actúan siempre bajo el efecto del primer impulso y sin detenerse a recapacitar en las consecuencias. Debido a ello y a su carácter infantil y caprichoso, sus relaciones son por lo general muy breves, aunque, a veces, pueden acertar...
El Sol en Aries es la que de una forma más clara y concisa nos refleja un amor de Fuego: un amor impulsivo, ardiente y apasionado. Llega con una fuerza arrasadora pero, al igual que este Elemento, también se quema y arde con suma facilidad. Las personas con el Sol en este signo detestan las relaciones aburridas y, al igual que haría un guerrero en el campo de batalla, necesitan en este terreno vencer, dominar y, finalmente, salir victoriosos. Una vez han logrado subsanar las primeras dificultades y resolver los problemas, parten en busca de más emociones y aventuras, disponiéndose a realizar nuevas conquistas.