Los niños con el Sol en Aries son unos niños despiertos, vivaces y muy activos. Por regla general no suelen necesitar la ayuda de nadie ya que les encanta valerse por sí mismos. Son muy imaginativos y, a la vez, prácticos, ya que su espíritu creador necesita experimentarlo todo, tocarlo todo, lamerlo todo, oírlo todo y, a veces, romperlo todo... Detestan los juegos tranquilos pues prefieren las aventuras y los juegos más violentos en los que puedan dar rienda suelta a su «pequeña» agresividad ya latente en ellos.
Muy autodidactas, ya desde pequeños, suelen formarse sus propias opiniones y, gustándoles actuar a su aire, por regla general, son bastante desobedientes.
Para tratar con un niño con un Sol en Aries habrá que armarse de paciencia, pues son extremadamente tozudos, muy propensos a las rabietas y siempre querrán salirse con la suya. Suelen tener una gran confianza en sí mismos pero, a veces, una influencia desproporcionada de la madre podría jugar un papel nefasto sobre el futuro del niño ya que, entonces, su innata independencia pudiera transformarse en una dependencia ciega y total hacia la figura materna, autoritaria, agresiva, impaciente e injusta para con el niño. Por ello, sería aconsejable que en estos casos la madre no actuara de forma excesivamente proteccionista con él.