Aunque a primera vista la salud es bastante débil, normalmente suele ser más resistente de lo que parece. Toda la etapa relacionada con la infancia y el crecimiento resulta algo penosa ya que suele existir durante esa época una clara tendencia a padecer todo tipo de enfermedades.
Con esta posición lunar, las partes más afectadas del cuerpo son los huesos y la piel. Existe una especial predisposición a padecer reumatismo en las articulaciones y una clara tendencia a las fracturas. Las alergias, los eczemas y los problemas cutáneos en general suelen ser frecuentes y, por regla general, los trastornos gástricos (acción refleja del signo opuesto) suelen repercutir en la piel.